PEQUEÑAS REALIDADES.

 


Ahí llega, como cada día..., venga, vamos, ¡por favor, por favor! ¡Sí, sí, sí! Se ha sentado en el banco que está frente a mí. La miraré disimuladamente, como siempre, para que no se de cuenta de lo que siento por ella. ¡Ah cuánto he esperado a la primavera que consigue traérmela a diario! Apareció un día de otoño aquí, en el parque, y se sentó un poco lejos de mi lugar habitual. No sé, quizás mi presencia la intimidase un poco, o quizás quería huir de la humedad de esta fuente que, aunque reconozco que su frescor es una maravilla en verano, en los meses más fríos puede resultar algo molesta para quienes no están acostumbrados a ella. Da igual. La primera vez que la vi me pareció como si estuviese un poco triste, venía caminando muy despacio con las manos metidas en los bolsillos de su gabardina, me miró brevemente algo distraída y se sentó allí, al lado de aquel seto. Por un momento me pareció que lloraba. Casi fue un alivio para mí que no se acercase tanto la primera vez, ¡hasta a una cierta distancia podía haber apreciado mi rubor!, sí, tanto me sonrojé aquella primera vez.

Está preciosa, como siempre. Ya nunca más me ha parecido verla sollozar, quizás fuesen cosas mías, ¡estaba tan nervioso la primera vez que la vi! Pero ahora parece más feliz, yo también soy más feliz cuando llega la primavera, porque aunque la miro de reojo, con todo el disimulo del que soy capaz, ella está más rato aquí conmigo. Abre su bolso y saca un libro. No puedo ver el título, estamos demasiado lejos para eso, pero por el interés que pone en su lectura, seguro que trata de algo que le apasiona. De vez en cuando, alza la vista y mira a su alrededor. Y entonces nuestras miradas se encuentran, fugazmente, porque yo me hago rápidamente el distraído. Creo que ella lo sabe, sabe lo que siento, porque a veces, antes de volver su vista al libro, me parece que me sonríe. Sí, lo sabe...; ¡tiene que saberlo! Tiene que saberlo porque se lo dicen nuestras miradas, tiene que saberlo porque viene cada día en primavera y se sienta ahí, justo en frente de mí, tiene que saberlo porque yo no sé disimular lo que siento por ella. Me gustaría tanto que supiese que la amo...

Ya se va. Como cada día cierra su libro y se marcha. Y yo me quedo aquí inmóvil, como cada día, esperando que el anochecer, cuando de los surtidores de la fuente ya no brotan potentes chorros al aire, permitiendo así que el agua del pequeño estanque se quede calmada, lisa como la superficie de un espejo, me permita ver en ella el reflejo de la Luna. Y contemplo el reflejo porque yo, la estatua de la fuente del parque, no puedo levantar mi mirada al cielo para ver a la verdadera Luna. Porque yo, la estatua de la fuente del parque, no puedo mirar a la joven a los ojos y decirle que la amo...; ¡pero puedo soñar con que ella lo sepa!

Aunque, a veces, pienso si no serán muy grandes mis sueños y muy pequeñas mis realidades.

                                                                                                                          

Esta palagrafía es mi aporte al reto del mes de septiembre, "Fantasía", propuesto por Ginebra. El resto de relatos participantes pueden leerse en el blog Serendipia haciendo click en el enlace.


Comentarios

  1. Qué hermosos texto has creado. Narraste la atmósfera de lo que siente la estatua de tal forma que me mantuvo enganchada hasta averiguar quién era el culpable de aquellos sentimientos. Una auténtica maravilla. Te aplaudo.
    Me gustó mucho.
    Un abrazo

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    1. Hola Nuria.
      Muchísimas gracias por tus palabras; me alegra mucho saber que te ha gustado este pequeño texto.
      Un abrazo.

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  2. Es lo justo para una estatua que al menos tenga esos momentos. Más cuando tiene que aguantar el vandalismo, las inclemencias del tiempo y las defecaciones aviares.

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    1. Hola Cabrónidas.
      Sí, a mí también me parece que es lo justo. Debe aguantar mucho; algunos momentos propios, por más fantasiosos que sean merece tener.
      Un saludo.

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  3. Magnífico y de sorpresivo final.
    Envolvente y de imágenes muy vívidas y sugerentes.
    Me ha encantado, Necco.
    Lo has resuelto con la sutileza y belleza de tu pluma; y le has dado esa pincelada final de fantasía.

    Muchísimas gracias.
    Siempre un placer leerte.

    Abrazo grande 💙

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    1. Hola Ginebra.
      Muchísimas gracias por tus siempre amables palabras.
      Desde luego la fantasía en el texto es una ligera pincelada, como muy bien apuntas, puesto que el protagonista no sueña con ser correspondido, sino sencillamente fantasea con que se conozcan sus sentimientos.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Hola Necco, que bonita y real es este relato, aunque es cierto que en estos tiempos es tan bien un poco de fantasía. La timidez del amor y la sensación de idealizar una relación que está en nuestra mente, pero es tan sumamente real.
    Gracias, por compartir fantasía y por qué no realidad. Un abrazo.

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    1. Hola Campirela_.
      Muchas gracias, me alegra saber que te ha gustado. Y sí, como bien dices, la fantasía hacia un amor puede llegar a ser muy real para quien fantasea.
      Un abrazo.

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  5. ¡Qué bonito texto! Un amor imposible, hermoso e intenso. Inocente y puro. ¡Cómo me alegro de haber conocido tu rincón! Un abrazo.

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    1. Hola Rebeca.
      Muchas gracias por tus palabras. ¡Me alegra que me hayas encontrado!
      Un abrazo.

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  6. Acabo de chegar aqui
    no seu Blog. Vou passear
    entre suas publicações
    e depois voltarei para
    comentar de fato.
    Vou amar se receber sua
    visita no meu Espelhando.
    Bjins
    CatiahôAlc.

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  7. Pobre estatua... tan apasionada y no poder hacer nada.
    Muy buen relato.
    Saludos.

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    1. Hola TORO SALVAJE.
      ¿No nos hemos sentido todos así en alguna ocasión?
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un saludo.

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  8. Bom sábado de paz, Necco!
    A timidez atrapalha muito os relacionamentos.
    A ousadia maior é amar...
    Um conto com muita sensibilidade.
    Afetos devem ser revelados. O amor nos dá coragem.
    Tenha um final de semana abençoado!
    Abraços fraternos
    Tenha

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    1. Hola Roselia.
      Muchas gracias por tus palabras. Agradezco tu visita.
      Un abrazo.

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  9. Oh! me encanta ese desenlace! Fantástico relato!
    Abrazo

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    1. Hola MIlena.
      Muchas gracias. Me alegra saber que te gusta.
      Un abrazo.

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