Todo el mundo sabe que va a morir. Pero nadie considera que ése día pueda ser hoy. Descansando en este viejo tronco de árbol, mirando cómo los últimos rayos de Sol se reflejan en el lago que, calmado, parece conocer mi destino, sé que para mí, hoy es ése día. No tengo miedo, ni espero ni tampoco deseo que no sea así; sé lo que soy y sé que mi vida será, como yo, efímera...
Nada tengo que reprochar a una vida que apenas me ha ofrecido veinticuatro horas porque, en este breve instante, he conocido lo que otras vidas tardan en conocer, o no conocen nunca, por más que duren lo que para mí sería una eternidad.
He visto nacer al Sol y lo veo apagarse, junto a mi ser, reflejado en este lago calmado. He sentido la brisa y cómo el aroma de la tierra mojada me llenaba por completo. He nombrado todos los colores y he volado en el azul y descansado en el verde. He dejado brillantes estelas en el agua cuya existencia ha sido tan breve como lo seré yo. He vivido y he amado. He vivido y he sentido la vida.
Nada tengo que reprochar a mi brevedad, a mi efímera existencia porque, aunque sólo ha sido un día, ha sido un día que ha merecido la pena vivir.
Por eso cada instante importa; por eso tener que vender nuestro tiempo es terrible.
ResponderEliminarHola Cabrónidas.
EliminarTotalmente de acuerdo contigo, máxime cuando es lo único de lo que realmente dispones.
Un saludo.
Hola Necco, estamos de paso, por eso hay que vivir cada día, cada segundo, lo más intensamente posible, eso es lo que nos vamos a llevar o dejar, según se mire.
ResponderEliminarUn abrazo !!
Hola Dakota.
Eliminar¡Carpe diem! Tenemos el tiempo contado, ¿cómo saber si este día es el último día?
Un abrazo fuerte.
En el otoño de mi vida miro mucho hacia atrás.
ResponderEliminarAmigos, amores, tristezas, alegrías, alejamientos, madurez, soledad... si todo eso lo pusiera en un balance contable el resultado sería positivo.
He vivido, he sufrido, he disfrutado y ya la muerte no tiene tanto poder sobre mí... con el tiempo la he ido aceptando.
Lo que sí me sabe mal es tener que irme de este mundo sin entender el sentido de nuestra existencia, ni el origen de la vida... bueno, qué se le va a hacer.
Quizás haya algo o probablemente nada... pero creo que vivir es siempre mejor que no haber vivido.
Saludos.
Hola TORO SALVAJE.
EliminarPermíteme que comparta contigo un verso, que me acompaña desde la niñez, a pesar de que no recuerdo la autoría. El verso dice así: "En la vieja sabiduría de mi sangre aprendí, que la muerte va conmigo desde el día en que nací". Saber, y aceptar esto es ya, si no una respuesta a una de tus filosóficas preguntas, una ayuda para enterderse a uno mismo. De tal manera que, como bien dices, puesto en la balanza es mejor haber vivido.
Un saludo.
Un instante plenamente consciente, bien disfrutado, es como una vida entera, igual de efímero, igual sentido... Abrazo!
ResponderEliminarHola Milena.
EliminarHermosas palabras las tuyas cuando te refieres a "un instante plenamente consciente". Muchas gracias por tu reflexión.
Un abrazo.
Me ha conmovido Necco, lo que has escrito tiene una belleza y una fuerza tan grande... No podemos ponernos en el lugar de tu protagonista pero es posible que esas 24 horas merezcan más la pena que 100 años de vida humana. Hay una costumbre creo que es en Bután y una vez al año, igual la conoces, que al irse a dormir se hacen a la idea de que no van a despertar y reflexionan, se dan cuenta entonces de todas las cosas importantes que no han dicho o hecho. Es como un reseteo, a la mañana siguiente tienen otra perspectiva y le dan más valor a lo que realmente es importante.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Ana.
EliminarMuchísimas gracias por tus amables palabras.
No conocía la costumbre que mencionas, pero no estaría mal hacerlo con cierta frecuencia. Dejamos escapar muchas cosas, o no les damos el valor o importancia debida porque no somos conscientes, la mayor parte del tiempo, de que un día todo acabará.
Un abrazo.
Este texto resplandece de una forma abrumadora. La vida es tan efímera a veces que te pones en su lugar y sientes todos esos momentos de una forma sutil.
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo
Hola Nuria.
EliminarMuchas gracias por tus palabras. Me alegra saber que te ha gustado.
Un abrazo.
Me gusta tu filossofía. No podemos controlar cuanto dura la vida, pero sí como la vivimos.
ResponderEliminarSi al final del día puedes decir que valió la pena, entonces es que lo hiciste bién
Hola finil.
EliminarAsí es. Al final de todo lo único que cuenta es si ha merecido la pena.
Un saludo.