Desde su blog Tracy invita a escribir este jueves sobre el carnaval. Los relatos participantes pueden verse haciendo click en el enlace anterior.
Esta es mi propuesta:
ULTRAVIOLETA
La luz ultravioleta bañaba todo el salón, dejando al descubierto lo que a la luz del día se oculta. Los colores de los disfraces, de las máscaras, de los rostros maquillados brillaban ahora mágicamente confundiendo lo real con lo imaginario.
Y tú, desde tu oscuro rincón observas a los danzantes escondidos tras su disfraz de carnaval, riendo, fingiendo ser lo que hubiesen querido o soñado ser; fingiendo ser lo que no son.
Reinas y reyes, pilotos, cirujanos, extraterrestres, enfermeras sexys, dinosaurios y aquél tipo de allí disfrazado de Bob esponja se mezclan en una fantasmagórica reunión de brillantes colores exacerbados bajo la luz ultravioleta que, a tu mirada, descubre lo que ellos no ven, descubre lo que son.
Y tú, desde tu oscuro rincón, enciendes una débil y amarillenta luz que te ayuda a sacar, del armarito que tienes al lado, un rollo de papel higiénico que ofreces a un guerrero vikingo a cambio de una miserable moneda.
“Al final – piensas -, todas las máscaras caen”.
Que cierto esta última frase, asi es por muy bien que se tenga puesta la máscara, al final se cae por su propio peso. El carnaval saca esa la`parte oculta del ser humano.
ResponderEliminarMe gusto el enfoque que le has dado.
Un saludo.
Hola Campirela_.
EliminarLos disfraces son usados, en ocasiones, para tapar lo que no se quiere que sea visto.
Gracias por tus palabras.
Un saludo.
Es un texto curioso e ingenioso también, con esa idea de la luz ultravioleta para percibir lo que normalmente no vemos. Las apariencias engañan, sin duda, porque las máscaras no solo se usan en carnaval. Pero coincido en tu conclusión, antes o después se caen, es imposible sostener una ficción eternamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Ana.
EliminarAsí es, ninguna ficción dura eternamente. Gracias por estar.
Un abrazo.
Por eso, y solo a veces, mejor tener más cara que espalda.:))
ResponderEliminarUn lugar privilegiado ese rincón, a pesar de lo que pueda suponer, desde donde observar y escudriñar la verdad que se oculta tras esas desinhibidoras máscaras que, tarde o temprano, dejarán desnudos a quiénes las portan.
ResponderEliminarMuy bien resuelto el reto, Necco.
Un placer leerte.
Un abrazo 💙
Muy buena historia, me gusta mucho la frase final que es muy cierta "al final todas las mascaras caen" y así es sin dudas.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.