PARA TODA LA ETERNIDAD.


Un día más. ¿Qué significa un día más cuando se es eterno? Un día más, sentado en su trono de fuego, Lucifer contempló la totalidad del infierno. Contempló el eterno sufrimiento de las almas, desesperanzadas desde su misma entrada en el averno, de ver redimida su pena. Un día más Lucifer escuchó la amargura, sintió la tristeza de los que, como él mismo, una vez fueron arrojados del Paraíso. 

Un día más, sentado en su trono de fuego, Lucifer recordó el día de su caída. Porque el príncipe del infierno también sufre, como el resto de las almas, como el resto de los seres celestiales caídos, la desesperanza, la amargura, la tristeza eternas del infierno.

Un día más, sentado en su infernal trono de fuego, Lucifer se vió al frente de sus legiones de ángeles alzándose contra Dios. Y una vez más recordó la batalla que se libró en el Cielo y recordó la caída y, mientras descendía vertiginosamente hacia el lugar que le había sido reservado, recordó las palabras de Dios: "para toda la eternidad". La sentencia había sido dictada, no había apelación posible para la pena eterna; había sido palabra de Dios.

Durante toda la eternidad, sentado en su trono de fuego, Lucifer, el príncipe del infierno, contemplaría y sentiría en sí mismo el sufrimiento de las almas caídas, de las almas condenadas para toda la eternidad por Dios. Hoy era un día más. ¿Qué signifca un día más en la eternidad del castigo? Un día más Lucifer reinaría sobre las almas condenadas, sobre las legiones de ángeles caídos con él...

Entonces, sentado en su infernal trono de fuego, Lucifer sonrió, pues ocupaba un trono que nadie envidiaba. ¿Quién le disputaría la preeminencia sobre el infierno si no había ningún bien que disputar?

Sentado en su trono de fuego Lucifer contempló la totalidad del infierno, sobre el que reina para toda la eternidad, con una sonrisa eterna.
                                                                                                           

                                                                                                                



Comentarios

  1. Hola Necco desde luego es un trono que para nada envidiaria, una eternidad de sufrimiento, prefiero el descanso eterno, yo desde luego no iba a pelear por ese trono.
    Un abrazo y buen inicio de semana🙂

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    1. Hola Dakota.
      Desde luego que es un lugar que pocos disputarían. Sin embargo el propio castigo se ha convertido, sin quererlo la divinidad, en un regalo: Lucifer tiene un reino, concedido por el mismo Dios, para toda la eternidad...
      Un placer tenerte aquí.
      Un abrazo fuerte.

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  2. Salvo a la muerte, siempre he pensado que la eternidad le resta calidad a todo.

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    1. ¡Menuda reflexión Cabrónidas! No lo había visto nunca de ese modo.
      Es cierto que la repetición constante de lo que fuere consigue que se eviten los errores.
      Pero, quizás también, el aburrimiento de siempre lo mismo reste calidad a la experiencia.
      Salvo a la experiencia de la muerte, como dices, claro.
      Supongo que la cuestión estriba en saber si, con la eternidad, te aburres o aprendes.
      Un saludo.

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